LA INDUSTRIA PIDE UN ENFOQUE HOLÍSTICO PARA DESCARBONIZAR EL SECTOR DE VEHÍCULOS PESADOS

Se necesita un marco normativo coherente y progresivo para establecer las condiciones de mercado adecuadas para el éxito de la transición del sector.

El transporte comercial por carretera con vehículos pesados es un mercado B2B impulsado por la demanda. Garantizar que se dan las condiciones para que los operadores de transporte inviertan en vehículos de emisiones cero y puedan explotarlos de forma rentable es tan importante como los objetivos de emisiones de la flota para los fabricantes de vehículos.

El éxito de la descarbonización depende de un marco político coherente que incluya una infraestructura de recarga y repostaje adecuada, una normativa sobre vehículos favorable y bien sincronizada y un mecanismo eficaz de fijación de precios del carbono. Sin embargo, varios reglamentos clave que ayudarán a convencer a los operadores de transporte para que cambien a los vehículos con nuevos sistemas de propulsión, incluidos el AFIR y el ETS2, aún deben ser adoptados en el proceso interinstitucional o aplicados por los Estados miembros. Además, lamentablemente, los colegisladores han mostrado un nivel de ambición notablemente bajo para igualar y complementar el nivel de ambición establecido por y para los fabricantes de vehículos y nuestros socios en la cadena de valor.

Por lo tanto, en la próxima revisión de los objetivos de CO2 para los vehículos pesados, la Comisión debería establecer un objetivo fijo para 2030, teniendo en cuenta las persistentes y significativas incertidumbres relativas a las condiciones favorables importantes. Deberían fijarse objetivos para 2035 y 2040, garantizando al mismo tiempo que se revisen de nuevo a su debido tiempo para evaluar las condiciones propicias, especialmente el despliegue de infraestructuras de recarga y repostaje.

Mientras nos centramos en hacer de los vehículos de cero emisiones la columna vertebral del transporte por carretera, los motores de combustión interna, propulsados por combustibles no fósiles, seguirán desempeñando un papel a largo plazo en las aplicaciones pesadas. Por lo tanto, en este momento no debería considerarse una fecha genérica de eliminación progresiva del motor de combustión interna ni un objetivo de reducción del 100%. En su lugar, los responsables políticos deberían concentrarse en establecer mecanismos de incentivos eficaces para animar y permitir a los operadores de transporte invertir en vehículos de emisiones cero. Los transportistas invierten en vehículos en función de la rentabilidad de sus operaciones. La creación de un argumento comercial sólido que favorezca a los camiones y autobuses de emisiones cero conducirá a una rápida adopción de dichos vehículos en el mercado y a una rápida descarbonización del transporte por carretera.

Además, la normativa sobre emisiones de CO2 de los vehículos pesados se centra en las emisiones del tubo de escape. Pero para descarbonizar eficazmente el transporte por carretera, el marco normativo europeo sobre el clima debe contemplar una perspectiva más amplia, garantizando una reducción rápida y eficaz de las emisiones de CO2 en toda la cadena de valor del transporte por carretera. Por lo tanto, Europa debe aspirar a un enfoque pragmático, progresivo y tecnológicamente neutro que garantice que las soluciones escalables puedan servir de guía mundial. El transporte comercial por carretera abarca una amplia gama de casos de uso y necesidades de los operadores, lo que exige una gran variedad de soluciones tecnológicas. Como tal, un enfoque político específico y personalizado es esencial para defender y ampliar la competitividad del sector del transporte por carretera y de la industria europea de vehículos comerciales.

En la transición hacia la descarbonización, diversas tecnologías contribuirán a reducir las emisiones de CO2. Sin embargo, con los actuales precios de la energía en niveles récord, los elevados costes de las materias primas y las persistentes dificultades de la cadena de suministro -todo lo cual repercute negativamente en la competitividad del sector del automóvil, así como en la de sus clientes-, la industria europea del camión necesita flexibilidad frente a la competencia de otros grandes mercados como EE.UU. y China.

La reciente propuesta de Reglamento Euro VII para vehículos pesados no debe desviar la atención de la transición hacia la neutralidad climática, ser realista en lo que se puede conseguir, así como ser coherente con la inversión necesaria para las futuras normas de CO2. Es esencial una estrecha coordinación entre los expedientes legislativos sobre CO2 y Euro VII en lo que respecta al contenido de las normativas, los plazos para su finalización y sus fechas de aplicación. Los esfuerzos de nuestra industria por invertir en la descarbonización del transporte por carretera se beneficiarán de un paquete normativo coherente que logre el equilibrio adecuado entre la mejora de la calidad del aire y el fomento de una rápida transición hacia vehículos de emisiones cero.

www.sernauto.es