LA IMPORTANCIA DE LA DISIPACIÓN DE CALOR PARA EL CORRECTO FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA DE REFRIGERACIÓN

La transmisión de potencia, dentro del embrague, se realiza mediante un fluido viscoso que hace de nexo entre el eje de entrada y el chasis del embrague, al que va acoplado el ventilador. De este modo, el control de velocidad del ventilador se lleva a cabo mediante la gestión de la cantidad de fluido viscoso en la cámara de trabajo del embrague.

Este fluido –normalmente aceite de silicona– se somete a unos esfuerzos de rozamiento constantes, necesarios para modular la velocidad del ventilador. Esta fricción interna genera altas temperaturas que pueden llegar a sobrepasar los 200 ºC.

A causa del notable incremento de la temperatura que se genera en el interior del embrague, este tipo de productos se diseñan como si de un disipador de calor en sí mismo se tratara. Es por ello que se añaden, a su contorno exterior, multitud de aletas para aumentar el área de transmisión de calor, con la intención de disipar la mayor cantidad de calor posible.

Además de la geometría externa, también se tiene en cuenta el material del cual está hecho el embrague, de forma que para la fabricación de estos componentes se procura elegir aleaciones especiales de aluminio con alto grado de disipación de calor.

Sin embargo, no solo es preciso tener en cuenta la disipación de calor en el diseño de estos productos. En Cojali, seleccionamos cuidadosamente cada componente para que pueda resistir las condiciones de trabajo más exigentes. Por ello, las juntas tóricas, rodamientos y otros componentes internos cuentan con especificaciones para trabajar a temperaturas muy altas y asegurar, de este modo, la larga vida útil de nuestros productos sin necesidad de un mantenimiento constante.

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